Historia
Nació con la llegada de los fundadores, que desembarcaron en Arazaty y que por no tener buen “tenedero” (lugar para afirmarse el ancla) y “fondeadero” (lugar de protección de las embarcaciones de vientos y corrientes) se lo trasladó a una ensenada -denominada por los indios Ñaró-, Punta San Sebastián. Allí estuvo hasta el siglo XIX.
El Gobierno provincial dictó, el 19 de julio de 1832, la ley provincial Nº 319, por la cual se dispone la compra de terrenos para la ampliación y seguridad del puerto “facultando al Poder Ejecutivo para que tome las medidas convenientes para la seguridad y extensión del puerto de la ciudad de Corrientes”, disponiendo para ello “desde las casas de la Aduana” hasta una cuadra al este de los edificios situados sobre la misma barranca. Esta medida no se llegó a materializar y el puerto continuó en la misma situación, fondeando los buques en la ensenada de San Sebastián, desembarcando la carga y pasajeros a carretas o embarcaciones menores hasta la costa propiamente dicha.
En octubre de 1876 se colocó la piedra fundamental del actual puerto. Por decreto del Poder Ejecutivo nacional, el 30 de junio de 1884 se aprueban los planos, especificaciones y presupuesto para la construcción de un muelle, muralla y terraplén en el puerto de Corrientes. Esta obra fue la primera seriamente encarada que dio origen al actual puerto de corrientes, levantándose las mismas en el lugar donde se encuentran los muelles actuales (extremo oeste entre las calles La Rioja y San Juan).
Entre los años 1940-1942 se iniciaron las obras de demolición de las propiedades que habían sido expropiadas por el Gobierno de la provincia de Corrientes para la Nación, que a través del decreto Nº 68877/1935 dispone la construcción de la estación fluvial del puerto de Corrientes. Se construyeron los nuevos muelles de hormigón armado que reemplazaron a las antiguas estructuras de madera dura, que permitieron recuperar espacios. Las obras del puerto finalizaron en el año 1950, y se mantienen hasta el dia de hoy.